Cuando la sociedad y el mercado laboral demandan personas que sepan pensar por sí mismas, más allá de tener unos conocimientos técnicos específicos, la educación tiene mucho que aportar. Los centros educativos están en la obligación, por tanto, de buscar fórmulas que ayuden a los estudiantes a analizar situaciones, a investigar, a aplicar sus conocimientos en la vida real. A pensar por sí mismos, en definitiva.
Es el planteamiento educativo en el que lleva inmerso Begoñazpi Ikastola desde hace algunos años y que, entre otras herramientas educativas, le ha llevado a profundizar en el proyecto de investigación científica, un reto que permite a los alumnos desarrollar habilidades y destrezas como la creatividad, la toma de decisiones o el trabajo cooperativo.