En la educación, como en cualquier otro campo, la mejora constante debe ser una realidad. La principal, en un centro como Begoñazpi Ikastola, redunda sin duda en la propia educación de los chavales, por medio de las diferentes acciones –muchas de ellas en torno a la innovación educativa- que se introducen a diario. Pero hay otras mejoras que buscan algo también muy importante, la satisfacción de las familias, que son, al fin y al cabo, uno de los clientes. Como sucede en cualquier organización.
Ante este reto, Begoñazpi Ikastola ha detectado la gran oportunidad que supone la transparencia ante las familias, mostrarles, en definitiva, lo que hace y cómo lo hace. Y Begoñazpi Ikastola, sin duda, cree que “abrir las puertas es una experiencia que enriquece”. Este es, de hecho, el nombre que ha recibido el proyecto de Buenas Prácticas presentado por Begoñazpi al XII Encuentro del Club 400 de Euskalit sobre Orientación al Cliente y que ha resultado ganador.