1.- El reto:
Todos los alumnos no son iguales. Los hay quienes cuentan con mayor o menor capacidad para comprender las matemáticas, para aprender idiomas, para expresarse… Y quienes tienen mejor o peor actitud de cara al estudio, o los que cuentan con otro tipo de problemas –dislexia, hiperactividad, discalculia (dificultades en el aprendizaje de las matemáticas)… La casuística es tan variada como el número de alumnos.
Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. Pero, ¿cómo debe reaccionar un centro escolar ante esta problemática? La ley establece unas horas lectivas, iguales para todos los alumnos, y todo lo que queda al margen de los horarios lectivos suele quedar a expensas de las familias, que buscan en las clases particulares de apoyo la solución para reforzar el aprendizaje de sus hijos.
2.- Solución interna:
Begoñazpi Ikastola, sin embargo, ha decidido afrontar el problema desde dentro y