Begoñazpi Ikastola ha puesto en marcha el proceso para extender al mediodía su proyecto educativo y completar la formación de los alumnos tanto en el comedor como en el momento del patio para dar una coherencia el plan pedagógico.
Aportar una educación integral, dentro y fuera del aula. Bajo esta premisa, Begoñazpi Ikastola ha iniciado el proceso para completar su apuesta educativa y extender el proyecto pedagógico al momento del mediodía, es decir, al comedor y al patio, al tiempo libre que el alumnado pasa antes de abordar la recta final del día en la ikastola.
Lo mismo que, tal y como sucede en la actualidad, el proyecto pedagógico de Begoñazpi da una continuidad al aprendizaje en el aula (Educación Formal) y lo extiende a las actividades extraescolares (Educación No Formal), ahora la ikastola ha querido cerrar el círculo para dar una coherencia al proyecto educativo. De este modo, hilos conductores del proyecto educativo como el compromiso, los valores, la atención al alumnado, la emocionalidad… tienen una continuidad, también, fuera del aula. Dicho de otro modo, Begoñazpi Ikastola se ha propuesto fusionar o complementar la educación dentro del aula con lo que sucede fuera de ellas, en el comedor y en el patio.
Porque, en este espacio de tiempo –de unas dos horas más o menos– se dan algunos de los momentos más importantes del día para los chavales. La comida del mediodía, con todo lo que conlleva, por un lado; y, por otro, el tiempo en el patio, momentos de juego libre y relación con los compañeros fuera de las aulas.
Y en el comedor, el primer paso tiene que ver con la mejora de la alimentación. Los últimos avances en alimentación escolar, tanto en lo relativo a la nutrición como a la relación entre escolares, han llevado a Begoñazpi Ikastola a reflexionar y plantear una mejora integral, tanto en los menús, como en las instalaciones del jantoki.
Begoñazpi Ikastola es, de hecho, uno de los primeros centros que se ha adherido al nuevo plan del Gobierno vasco (enlace al vídeo de ETB) sobre alimentación saludable, que, al mismo tiempo, está respaldado por dos protocolos alimentarios impulsados por la Unión Europea, la estrategia Naos y el programa Perseo.
Los últimos avances en alimentación escolar, tanto en lo relativo a la nutrición como a la relación entre escolares, han llevado a Begoñazpi Ikastola a reflexionar y plantear una mejora integral, tanto en los menús, como en las instalaciones del jantoki.
Menús más saludables
Toda esa reflexión inicial y un diagnóstico detallado de los menús actuales, encargados a una empresa especializada, han dado con un proyecto de mejora de los menús en la ikastola, de acuerdo a estos nuevos protocolos y al plan de alimentación saludable del Gobierno vasco.
El diagnóstico, que analiza 15 parámetros, sugiere, principalmente, mejoras en cuatro de ellos: aumentar el consumo de huevos; introducir en las guarniciones más verduras en crudo o ensalada; aumentar el consumo de fruta como mínimo a tres veces a la semana y, por último, eliminar otros postres. Al mismo tiempo, esta auditoría alimentaria también da algunas pistas para mejorar algunos platos en concreto: aumentar el consumo del pescado azul (incluir hamburguesas o albóndigas realizadas con pescados azules); sustituir los pescados rebozados por pescados al horno, o disminuir algunas frituras por asados o estofados.
Claro que, tal y como recomienda el propio Gobierno vasco, el menú escolar también debe resultar satisfactorio para el alumnado. Es decir, “tiene que gustarle, de modo que hay que adaptar los platos a cada edad para que, sencillamente, los niños y niñas coman todo y de todo, sin que los platos acaben en la basura”, explica Merkat Bernaola, director de la ikastola.
Menú saludable y satisfactorio para el alumnado, por tanto, es el desafío de Begoñazpi, que ya se ha puesto manos a la obra. Pero el reto alimentario no se queda ahí y tiene su continuación fuera de la ikastola para llevar estas recomendaciones a las familias. En un primer momento, de cara al hamaiketako. “Queremos ayudar y estimular a las familias a adquirir hábitos saludables, de modo que el trabajo en el centro tengan continuidad; porque es algo que trasciende de las fronteras de la ikastola”, explica el director de Begoñazpi.
Así, ya se han dado algunas recomendaciones básicas que subrayan, para el hamaiketako, la importancia de la fruta, y tratan de evitar los azúcares o las bebidas probióticas o de leche fermentada, entre otras sugerencias. Es, en todo caso, un primer paso o intento por alinear el menú de mediodía con el hamaiketako, a la espera de contar con la opinión de las familias y las recomendaciones, asimismo, del Gobierno vasco, para la alimentación en casa.
Espacios más agradables
Introducido un menú más saludable, Begoñazpi Ikastola también ha iniciado la mejora del entorno, de los espacios, para hacer que el momento de la comida sea más agradable, productivo y educativo. El primer paso es ya visible en el comedor de Educación Infantil, en el que, entre otras cosas, se ha reorganizado el tiempo y el espacio.
En mesas redondas, los niños pueden ahora comer relacionándose entre sí, y, además, tienen diez minutos más. Al mismo tiempo, se ha ampliado e insonorizado el salón y se ha modernizado todo el mobiliario. Incluso, la atención y la gestión de las cuidadoras son ahora más ordenadas y prácticas.
Tiempo de patio
El tercer eje de este programa de mediodía tiene que ver con el tiempo que el alumnado pasa en el patio, momentos de tiempo libre en los que introducir también los valores de Begoñazpi Ikastola y elementos pedagógicos en el juego para enriquecer, en definitiva, la educación de los escolares. De este modo, la educación formal (en el aula) y la no formal se complementan ahora en el patio.
Begoñazpi Ikastola pone en marcha un plan de acción que gestiona las circunstancias que se dan en torno al tiempo y al juego libre del alumnado, esto es, la relación entre los alumnos, principalmente.
Para los educadores que comparten este tiempo con los alumnos, el momento del patio dejará de ser un momento para el cuidado para convertirse en un momento para la educación. De hecho, todos los educadores ya han iniciado un plan de formación para dar respuesta a las necesidades de los alumnos, para llevar también al patio el plan de convivencia de la ikastola, para dar un valor añadido el tiempo de juego libre de los alumnos o para resolver posibles conflictos que puedan suceder durante este tiempo.
Begoñazpi Ikastola pone, de este modo, un plan de acción que gestiona las circunstancias que se dan en torno al tiempo y al juego libre del alumnado, esto es, la relación entre los alumnos, principalmente. Y todo ello, adaptado a las diferentes edades.
Así, en Educación Primaria, se introducirá también el juego simbólico y el juego cooperativo como forma de enriquecer el tiempo libre, mientras se gestiona, al mismo tiempo, todo lo que sucede a su alrededor.
En ESO, el objetivo es más ambicioso. Acorde a la edad del alumnado, los cuidadores van a pasar a convertirse a confidentes, personas de confianza para los chicos y chicas. Serán educadores de calle profesionales los que observen las dinámicas sociales que se dan en el patio, la relación entre los chicos y chicas, e interactúen con los adolescentes para conocer qué piensan, qué opinan y ayudarles, así, en temas como la sexualidad o el consumo de drogas, sin miedo a la actitud de un profesor. Todo ello, también servirá para detectar más rápido posibles casos de bullying o conflictos entre alumnos. “Los alumnos ahora tiene vigilantes y necesitan personas de confianza a las que puedan expresar sus miedos y dudas”, explican los responsables.
Todo ello es un grano de arena más en la oferta pedagógica de Begoñazpi kastola, que responde, de este modo, a la educación integral de sus alumnos.