Begoñazpi Ikastola pone en marcha, con la colaboración de la Fundación Labayru, un programa específico destinado a extender la cultura vasca de modo que los alumnos vivan en primera persona los usos y costumbres, las tradiciones de Euskal Herria, a través de talleres prácticos.
El euskera y la cultura vasca forma parte de la idiosincrasia de Begoñazpi Ikastola. A punto de cumplir 50 años, el centro educativo bilbaíno ha educado en euskera a generaciones enteras. Y lo ha hecho en euskera vizcaíno y dentro de la cultura e identidad euskaldun que envuelve todo el centro. Sin embargo, la realidad que nos rodea, en ocasiones, llega a disipar algunas de las tradiciones que todavía se mantienen en muchos puntos de la geografía vasca. Costumbres ancestrales, ligadas a nuestro país y todavía vigentes en muchos de nuestros pueblos, pero que para las generaciones de hoy resultan, la mayoría de las veces, desconocidas.
Es en este contexto cuando Begoñazpi Ikastola, en colaboración con la Fundación Labayru, una organización que trabaja día a día a favor del euskera y la cultura vasca, pone en marcha un pionero y ambicioso programa para impulsar las tradiciones y costumbres de Euskal Herria. Dirigido a todos los alumnos de entre 3 y 14 años (1º de Infantil-2º de ESO), este programa, denominado Eleketan (Hablando) cuenta con un total de 33 talleres que llevarán a los alumnos por un completo recorrido por tradiciones, usos y hábitos de la cultura eukaldun, una rica herencia de nuestros antepasados. Desde los distintos carnavales de Euskal Herria, al trabajo en el campo y las huertas, el bertsolarismo, la elaboración de productos artesanales, la música y los instrumentos musicales o el uso de los euskalkis, los dialectos del euskera, entre otros muchos.
Así, una vez al trimestre y durante una doble sesión de hora y media integrada en el horario lectivo, los alumnos se sumergen en un taller, dirigido por los expertos de Labayru y acompañado por el profesorado de Begoñazpi Ikastola, en el que iniciarán ese recorrido por Euskal Herria. Cada curso trabaja diferentes temáticas adaptada a su edad. Este curso, por ejemplo, los pequeños de tres años ya se han empapado del mundo de la agricultura y las huertas, los juegos infantiles tradicionales y la elaboración del talo.
O los de 4º de Primaria, que han conocido la tradición oral que rodea los cuentos tradicionales, los carnavales de Euskal Herria o los lugares de interés de Bizkaia, con sus bailes, trajes, tradiciones… Y algunos de los talleres, como este en torno a Bzikaia, sirven, además, para mejorar el proyecto educativo trimestral que trabajan dentro del currículum escolar.
Porque el programa Eleketan, además, sigue el mismo concepto educativo que envuelve toda la ikastola. La comprensión y la cultura del pensamiento están inmersas en estos talleres para que los alumnos no solo conozcan las tradiciones y costumbres, sino que, además, sean ellos mismos los que, de una manera práctica, sean los actores y actrices protagonistas en este aprendizaje. Son ellos los que practican los herri kirolak, los que amasan y hornean el pan, los que preparan y confeccionan los vestidos y trajes de carnavales, los que disfrutan de los juegos tradicionales. Manualidades, vídeos, fotos, herramientas, la confección con los propios materiales, trabajos artísticos… componen estos talleres.
Se crea de este modo una conexión emocional entre los alumnos y las costumbres que pervivirá en su día a día. “Si los alumnos se ven como parte de todo ello, van a querer darle continuidad y mostrarán interés; se sentirán parte de esa identidad y defenderán sus costumbres”, señala Ibon Ontoria, profesor de Begoñazpi Ikastola y responsable del programa Eleketan. Por ende, todo ello, añade, “les llevará a usar más el euskera”.
El programa, que este año ha abordado su segundo curso, tiene vocación de futuro para que ese recorrido por la cultura euskaldun sea completo. Los alumnos más pequeños, al llegar a 2º de ESO, habrán formado parte de la cultura vasca a través de tradiciones muy diferentes. El formato, además, aborda todo ello como si los chavales estuvieran en la plaza de cualquier pueblo, en el interior del caserío, en el monte… La ikastola se convierte en el “escenario” de las guerras banderizas, en una quesería, en un taller artesanal o en un obrador. Y los alumnos, inmersos en esas dinámicas, lo sienten como propio.
Es, de hecho, uno de los objetivos de este programa, que el alumnado sea consciente de esa apuesta por la cultura. “El año pasado –relata Ontoria- quizás no era muy conscientes de qué pretendíamos; ahora ya saben que les toca Eleketan, que se van a sumergir en la cultura y tradiciones vascas y van encantados a los talleres”.
La apuesta de Begoñazpi Ikastola por la cultura vasca es clara. Y no solo de una manera conceptual. Porque, la educación, también en este caso, tiene un papel clave en la trasmisión de nuestras costumbres.
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