Mens sana in corpore sano. No descubrimos nada nuevo –la cita del poeta latino Juvenal es de en torno al año 100 d. C.- si decimos que la práctica del deporte es un parte fundamental en el desarrollo de nuestros jóvenes. Y la educación, el sistema educativo, ha integrado la gimnasia o educación física como parte de ese desarrollo. Pero las horas lectivas para el ejercicio físico no son suficientes para contrarrestar la vida sedentaria a la que, muchas veces, se enfrentan nuestros chavales en el día a día.
Conscientes de esta situación, Begoñazpi Ikastola ha apostado por el deporte como una herramienta más para la educación integral de los alumnos. Porque el deporte, en resumen, no solo es educación física, sino que va más allá. Despliega la educación social y personal y transmite en los estudiantes una serie de valores fundamentales también para afrontar su futuro.
Empecemos por un dato. Desde hace cuatro años, cuando Begoñazpi Ikastola inició un extenso programa deportivo de Educación No Formal, el número de alumnos que practican deporte se ha multiplicado. Ahora, la mitad de los alumnos de Primaria, alrededor de 300, están apuntados a las actividades deportivas, que se practican fuera del horario escolar, en su mayoría por la tarde, después de las clases. Y buena parte del resto compiten en clubes asociados a Begoñazpi y otros externos. Algo similar pasa con los alumnos de Secundaria. Conclusión, el sedentarismo se ha reducido notablemente, tal y como constata Aimar Cid, responsable del programa deportivo de Educación No Formal de Begoñazpi.
El esfuerzo ha sido considerable. En estos años, se ha pasado de los iniciales fútbol y baloncesto a artes marciales, multijolasa (heziki), danza moderna, patinaje y ajedrez. Se dan, así, más opciones a los chavales para cumplir, al mismo tiempo, el propósito de que el deporte tiene que tener, por encima de todo, su componente lúdico.
El deporte es salud, es higiene personal, es trabajo en equipo, respeto a las reglas, compañerismo. El deporte es coordinación, interactuación con los compañeros, es saber ganar y saber perder. Es ejercicio físico, es constancia en el trabajo, es sacrificio. Y, además, es juego.
¿Qué aporta el deporte en la educación?
El deporte es salud, es higiene personal, es trabajo en equipo, respeto a las reglas, compañerismo. El deporte es coordinación, interactuación con los compañeros, es saber ganar y saber perder. Es ejercicio físico, es constancia en el trabajo, es sacrificio. Y, además, es juego.
Son los valores del deporte, motivos más que suficientes que justifican esta apuesta por el deporte. A pesar del esfuerzo que supone para los propios alumnos y sus familias. “Los valores globales del deporte no se practican en el parque, ni jugando con los amigos. El deporte, bien estructurado, saca lo mejor de cada uno”, afirma Cid. Es más, muchos adultos que se lanzan hoy en día al running u otros deportes no tienen -o la han perdido- la técnica, el ritmo, la coordinación suficiente que otorga la práctica desde jóvenes.
«Muchos adultos que se lanzan hoy en día al running u otros deportes no tienen -o la han perdido- la técnica, el ritmo, la coordinación suficiente que otorga la práctica desde jóvenes»
El deporte en Begoñazpi tiene, además, su extensión en tres competiciones clave a lo largo del curso. La Semana del Deporte, en mayo, la Euskera SaskiBaloia, en enero, y el campeonato de ajedrez. La competición deportiva fomenta el ánimo, las ganas de los chavales por practicar deporte y, de este modo, les engancha.
Opciones para el deporte
Aunque el baloncesto y el fútbol son las opciones mayoritarias, no todo pasa por ello. Así, el ajedrez también es un deporte. Hasta 166 chavales se han apuntado este curso y compiten entre ellos, por cierto, ante la mirada atenta de otros muchos compañeros. El ajedrez ha despertado la admiración de los que lo practican y muchos otros alumnos.
Lo mismo pasa con multijolasa o heziki, una forma de jugar, competir, desarrollarse físicamente y pasarlo bien. En parte, con aquellos juegos de la calle de toda la vida.
Estas opciones, a las que se añaden la danza moderna y el patinaje, han despertado el interés de los alumnos y, también, la satisfacción de las familias. Padres y madres no solo se han involucrado para adaptar sus horarios a los de sus hijos, sino que también han participado en el diseño del programa deportivo, prueba de que apuestan por el desarrollo integral de sus chavales.
@Begonazpikirola
